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Breve historia del diseño gráfico

Es difícil ser un diseñador si no conoces los orígenes de tu profesión, y es que el diseño gráfico como disciplina profesional es algo muy nuevo, ya que su incorporación al mundo como tal data de alrededor de los años 20 (sí, estoy hablando de 1920, ¡hace cuatro días!), y todavía existe discusión sobre si se trata de una disciplina o un oficio.

En éste blog ya se han tratado muchos temas diferentes sobre el diseño gráfico, pero todavía no hemos hablado de sus orígenes, así que vamos a empezar por el principio:

¿Cómo y cuándo se originó el diseño gráfico?

Los orígenes del diseño gráfico como profesión provienen de la revolución industrial, si bien no hay un consenso de cuándo nació el diseño gráfico como tal, la historia del diseño va de la mano con la historia de la tipografía, y con la aparición de la imprenta de tipos de Johannes Gutenberg, se dio el primer gran avance en el mundo del diseño.

El siguiente gran paso lo dio la escuela de la Bauhaus: no existiría el diseño gráfico tal y como lo conocemos hoy en día sin las bases que se sentó esta escuela, que fue la primera que consolidó y diferenció los estudios de diseño industrial y diseño gráfico, que antes de esto no se conocían como profesiones independientes.

Sin embargo, la palabra «diseño» proviene de «disegno», en italiano «dibujo»: la representación de algo de manera gráfica. Por eso hay teóricos que sostienen que el orígen del diseño gráfico es aún más antiguo: el diseño gráfico nace como una necesidad de comunicarse, por lo que las pinturas rupestres de hace 40.000 años podrían ser el primer ejemplo de pictogramas de todos los tiempos, ya que fue la primera vez que se atribuyó un símbolo a un concepto.

¿Por qué nace el diseño gráfico?

Lo lógico una vez has conocido sus orígenes es preguntarte por qué aparece: la revolución industrial hizo que el capitalismo se consolidara como modelo económico, con fábricas que producían una gran cantidad de productos que debían comercializarse para sostener el modelo capitalista. El diseño gráfico se empleó aquí para resolver éste dilema, creando panfletos publicitarios, carteles, libros, señalética para el interior de las fábricas… Es decir, se ocupa de todas las comunicaciones visuales que requieren las empresas para transmitir mensajes concretos (¡compra mi producto!) a grupos determinados. Es decir, resuelve los problemas comunicativos que se derivan de la existencia del modelo industrial (la falta de una comunicación de persona a persona a la hora de adquirir un producto).

¿Y qué pasa con el diseño gráfico en la actualidad?

Con el gran surgimiento de la informática, las competencias profesionales del diseñador han ido cambiando: si en los años 20, cuando William Addison Dwiggins acuñó el nombre de la disciplina, el diseño gráfico se concebía casi en exclusiva como la organización de materiales que debían pasar al papel, desde los años 90 las diferentes disciplinas gráficas se entremezclan: tipografía, retoque fotográfico, identidad corporativa, packaging…

La sociedad actual está ultra bombardeada con anuncios, ideas e información, y los diseñadores de cualquier disciplina deben intentar formarse para buscar siempre la innovación y adaptarse para estar a la última, tanto en la tecnología que emplean como en las ideas que alimentan su trabajo: si tu proyecto no es algo nuevo, ¿qué estás aportando? ¿cómo vas a destacar a tu cliente de la masa de ruido visual?

¿Cual es su futuro?

El propósito del diseño es establecer una comunicación entre una marca y su público, y esto no es algo que vaya a cambiar, ya que la comunicación es el pilar base de las relaciones comerciales, y en definitiva, humanas. Lo que pretendemos es presentar ideas densas y complicadas (por ejemplo, la filosofía de una empresa) de maneras sencillas, comprensibles para todos. ¿Qué puede cambiar de esto? La manera de presentar la información.

Actualmente ya existen carteles interactivos, que dependiendo de quién los mire o cómo se interactúe con ellos transmiten la información de diferentes maneras; y, sin lugar a dudas, por ahí van los tiros: el diseño de interacciones o la idea de adaptar los diseños según la edad del usuario es algo que ya está en marcha, en el futuro vamos a ver cómo el diseño se adapta a las nuevas tecnologías con sonido y movimiento, más allá de lo que pueda ofrecer una IA.

Desde mi punto de vista, el diseño se va a adaptar a lo que está por venir sea como sea, porque la necesidad que cubre, la de comunicación, es una necesidad inherente al ser humano. Las empresas no van a dejar de necesitar tener una marca que transmita su esencia, aunque ésta adquiera nuevas características inexploradas, sean estas sonido, profundidad, movimiento o adaptabilidad a diferentes dispositivos; del mismo modo que la llegada del libro digital no ha terminado con la creación de libros.