CoCos: ¿Copia o Coincidencia? - Lo de internet

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CoCos: ¿Copia o Coincidencia?

En el mundillo del diseño, Juli Capella acuñó el término “coco” como título de una exposición, “CoCos: Copias y Coincidencias en defensa de la innovación en el diseño” que trataba de esto, y que actualmente se ha convertido en un libro que recopila más de mil imágenes: el temita da de sí.

Las tendencias suponen una gran fuente de problemas: cuando hay una moda muy fuerte que todos están siguiendo, contamina la idea “original” o “pura” por querer integrarla en la corriente, buscando mayor rentabilidad; y cuando algo está reducido a la mínima expresión, o se basa en los mismos referentes, es difícil que no surjan coincidencias: trabajos similares, que emplean colores similares y fuentes similares… pero ¿y la responsabilidad del diseñador? ¿no debería haber buscado si ya existíantrabajos versados sobre el mismo concepto y bajo los mismos referentes?

Aquí viene el problema del tiempo: a veces se trabaja bajo tanta presión y con plazos tan cortos, que la fase de investigación (importantísima en todos los proyectos) se deja de lado y el diseñador se centra en la persecución de la idea para satisfacer al cliente lo más rápido posible. No es cuestión de responsabilizar al cliente por haber tenido un fallo de organización temporal o haber aceptado unos plazos absurdos que no le permiten hacer su trabajo como es debido, lo positivo es que es una situación de la que se puede aprender.

Estamos acostumbrados a que la inspiración provenga no sólo de tendencias, si no también de referentes, ya que actualmente y hablando como tu abuela, “está todo inventado”. El diseñador que se respeta va a conocer (y muy probablemente seguir en todas sus redes sociales) a Stefan Sagmeister y Jessica Walsh, Paula Scher, Alex Trochut, David Carson, Storm Thorgerson, Massimo Vignelli y a Jessica Hische, por citar a algunos referentes del panorama internacional. Y si quieres algunos del panorama nacional, también tenemos: Enric Jardí o Mario Esquenazi son gente a la que seguir de cerca, y por supuesto hay muchos más, sólo en la ADCV (Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana) hay más de 200 asociados.

Los diseñadores en los que nos fijamos y que nos marcan un camino a seguir (o a no seguir), los que se desmarcan por crear trabajos con personalidad única y propia, se consideran referentes y fuentes de inspiración, son especiales, y nos fijamos en sus trabajos para comprender los entresijos de lo que un diseño es, estudiamos cómo se desarrollan y recogemos y guardamos como oro en paño los detalles que nos han parecido brillantes, para aprender a través de ellos a ser brillantes nosotros mismos.

Ahora bien: en nuestra amada sociedad de consumo capitalista, es típico que cuando algo funciona se intente producir de manera seriada, rápida y barata para satisfacer a la masa. Esto supone un problema para todas las profesiones de carácter artístico, ya que a veces trabajar en un estudio puede suponer tener que sacar varios proyectos a la vez en el mínimo tiempo posible, dejando tu mente exprimida y sin ideas, y es bajo estas condiciones es cuando se dan más habitualmente las copias o plagios.

¿Y qué es un plagio? la RAE te define «plagiar» como copiar algo en lo sustancial dándolo como tuyo. El punto importante aquí es lo sustancial, es decir: coger un cartel ya hecho, cambiar el texto y el color de fondo, añadir algún detalle extra o eliminarlo, no hará que un trabajo deje de ser un plagio. Desde mi punto de vista, un trabajo puede ser decente si usas más de un referente, por ejemplo: para hacer este cartel voy a usar el estilo gráfico de X, con el estilo tipográfico que usa Y y la disposición de elementos que vi en el cartel Z, más mi propio toque de selección de color y ajustes de retícula. O mejor todavía: si te inspiras para trasladar algo de un medio a otro, por ejemplo, voy a usar el estilo de este cartel para hacer una página web, me valen algunas cosas pero otras tendré que adaptarlas y sacármelas de la manga.

Mi problema principal con los CoCos es la intención: ¿pretendías solucionar un trabajo de manera rápida y sencilla para lucrarte y poder pasar a otro en el que hacer lo mismo, como si fueras una fotocopiadora, o estabas intentando aprender de los grandes y se te ha ido la mano? Porque si la idea es aprender, aún tienes perdón, cometiendo errores como éste y metiéndote en berenjenales también se aprende, aunque errores como este pueden hundir tu carrera. Si simplemente buscas el lucro, bueno, estás incurriendo en un delito de propiedad intelectual, y aunque los límites de la misma sean difusos, el diseño original, con sus fechas de contrato y publicación, tiene las de ganar en cualquier juicio. Es más, mi consejo es que si te has metido en diseño porque “ahí se gana buena pasta”, salgas ya, porque no se gana tanto para lo que a veces se sufre con situaciones como ésta.

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